Detalle bordado sobre tela / medidas variables / 2014
G E O G R A F Í A H E C H A A M A N O
“En la obra de Ana Catalina los bordados pasan de ser ornamento a ser substancia, argumento estético, discurso. Hay una alusión al pasado, pero con un contenido enteramente nuevo.”
El arte de Ana Catalina Vicuña es todo, menos evidente. Su manejo de hilos cosidos sobre textiles diferentes, linos y algodones de preferencia, requiere una atenta mirada. Con gran paciencia -todas las labores de aguja la requieren- sus puntadas van generando configuraciones abstractas en las obras más recientes ahora expuestas. A veces aluden a un paisaje, a veces a una topografía, a veces a mundos microscópicos, a veces al macrocosmos. Las sugerencias interpretativas resultan múltiples y enriquecedoras.
Ella no pretende representar, busca transmitir una emoción. Al espectador le corresponde descifrar su clave. Comienza sus trabajos haciendo ejercicios de pequeño formato, para buscar soluciones que luego desarrolla en escala mayor. El tensado en un marco es posterior a la realización, Ana Catalina tampoco usa el tambor de bordado que se utilizaba antiguamente en tales menesteres.
El tema de la memoria es importante para la artista. Muchas sugerencias llegan de su pasado, cercano o distante. Desde luego, su propio quehacer, el hecho de bordar telas con hilo y aguja, es una clara constatación de ello. En épocas anteriores, los bordados eran ornamentos añadidos a prendas de vestir, o al menaje textil de una vivienda: sábanas y cubrecamas, toallas, mantelería, cojines y cortinas. En la obra de Ana Catalina pasan de ser ornamento a ser substancia, argumento estético, discurso. Hay una alusión al pasado, pero un contenido enteramente nuevo.
Ella no pretende representar, busca transmitir una emoción. Al espectador le corresponde descifrar su clave. Comienza sus trabajos haciendo ejercicios de pequeño formato, para buscar soluciones que luego desarrolla en escala mayor. El tensado en un marco es posterior a la realización, Ana Catalina tampoco usa el tambor de bordado que se utilizaba antiguamente en tales menesteres.
El tema de la memoria es importante para la artista. Muchas sugerencias llegan de su pasado, cercano o distante. Desde luego, su propio quehacer, el hecho de bordar telas con hilo y aguja, es una clara constatación de ello. En épocas anteriores, los bordados eran ornamentos añadidos a prendas de vestir, o al menaje textil de una vivienda: sábanas y cubrecamas, toallas, mantelería, cojines y cortinas. En la obra de Ana Catalina pasan de ser ornamento a ser substancia, argumento estético, discurso. Hay una alusión al pasado, pero un contenido enteramente nuevo.
Detalle bordado sobre tela / medidas variables / 2014
La artista consigna, casi diariamente, sus pensamientos, reflexiones, datos, en una libreta. Es una especie de diario, sin serlo realmente. Tuvo la generosidad de compartirlo conmigo. De esta libreta cito una página alusiva a esta serie de obras. La nota está fechada el 16 de marzo del 2014 y dice así: “Geografía hecha a mano es una búsqueda del territorio invisible del tiempo presente. Cada hilo que traspasa la tela marca el paso del tiempo y acepta el ritmo lento de maduración de los conceptos que viven en el tiempo: paciencia, constancia y elegancia.” (“La paciencia que exige atender al proceso de la espera, la constancia como la dificultad que mantiene la intención y la elegancia como una preocupación por la superficie.” Daniel Innerarity, 1959).
Estas frases condensadas nos orientan sobre su proyecto artístico, su metodología, su sentir. Desde este presupuesto la obra se construye al fin con una multiplicidad de puntadas que configuran conjuntos abstractos de sugestiva y extraña belleza.
Estas frases condensadas nos orientan sobre su proyecto artístico, su metodología, su sentir. Desde este presupuesto la obra se construye al fin con una multiplicidad de puntadas que configuran conjuntos abstractos de sugestiva y extraña belleza.