Por Marilú Ortiz de Rozas

[extracto de Cultura “El tiempo, en manos de dos artistas casi antagónicos”]


Desde hoy se presentan muestras que se contraponen en lo formal: Cristián Abelli, visceral y variado, y Ana Catalina Vicuña, pulcra y serial.

En la sala gráfica de la galería se presenta [190.05.01], una muestra en las antípodas de la anterior, de una artista que fue alumna de Abelli, Ana Catalina Vicuña. Todas las obras pertenecen a una depurada serie, metódicamente elaborada en la tela negra bordada con hilos crudos, con algunas excepciones realizadas en textiles más claros. El título de cada pieza alude al tiempo que le tomó bordar unas estilizadas cruces, o disponer estos hilos en obras de formato más pequeño, que se montan, como un mosaico en el muro.

El título de la muestra es la suma de la cantidad de horas, minutos y segundos que trabajó en ellas. Tras esta aparente voluntad de control y rigor, Vicuña, que ya había llamado la atención en 2009, con una muestra geométrica basada en la repetición, alude a lo escurridizo, justamente, del tiempo.

“Intento atrapar el tiempo, con mis puntadas de hilo”, expresa la artista, quien en su afán de repetir infinitamente el mismo gesto acoje el influjo de la cultura oriental, de la práctica mántrica. Diseñadora de profesión, Ana Catalina Vicuña confiesa que le encanta el trabajo en serie y lo simple. “Mi lema en la vida es “menos es más”, la célebre frase de Mies van der Rohe”, afirma.

[190.05.01], que se compone de diez pulcras obras de gran formato y 49 pequeños, es una muestra que además plasma un acto performático, y el simbolismo del duelo. Comenzó a gestarse luego del terremoto de febrero 2010.





EL MERCURIO / Cultura
Noviembre 2012 / Chile



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